*Con 56 años de edad y originaria de Huejotzingo, va de pueblo en pueblo en la región cholulteca para vender surcos de chile loco, chilaca y el chile poblano
Guadalupe Juárez
Puebla, Pue.- María Belinda Cosme Poblano permanece sentada en un banquito resguardando los chiles que su familia siembra en campos de Huejotzingo, una actividad que hace desde que era niña.
Siempre espera, a veces en los trueques para cambiarlos por otros productos, pero por lo regular va de pueblo en pueblo en la región cholulteca para vender surcos de chile loco, chilaca y el chile poblano que ahora permanecen a sus pies, tendidos sobre una manta morada en el suelo para que puedan observarlos sus clientes.
La gente pasa, pero a diferencia de otros comerciantes que están a su lado, María Belinda –quien tiene 56 años de edad y es originaria de San Mateo Capultitlán, una comunidad de Huejotzingo– no se esfuerza en vocear lo que vende, porque los clientes al ver los chiles hacen una pausa de su recorrido, analizan con una mirada cada pieza y optan por comprarle.
María Belinda es acompañada de su nuera, ella es quien pesa cuánto va vender, la que sí convence a los clientes de que no sólo lleven los chiles, sino las nueces de castilla que consiguieron en un trueque, y que esperan vender para llevar más ingresos a su casa.
Mientras, María Belinda dice que no sabe por qué los chiles son nombrados como ahora se les llama, que toda su vida los ha sembrado, cosechado y vendido, sin cuestionarse que el chile loco es loco, el chilaca chilaca y el poblano es poblano.
Esta vez vende en la explanada de San Pedro Cholula, pero en otras ocasiones se internan en comunidades para que vender lo que ellos siembran, y así tener más ingresos para la próxima cosecha.
El chile loco es delgado, casi como una zanahoria, hay rojo y verde y es utilizado más para preparar salsas que acompañan otros platillos. Es de los más sembrados en Huejotzingo.
María Belinda extiende sus manos para que se observe bien el producto de lo que comienza a sembrar en febrero y que logra cosechar –con mucho cuidado de no romper la planta o los chiles con su hoz- hasta julio.
El chile ancho, rojo y aplastado, también es utilizado en las cocinas poblanas como uno de los ingredientes para elaborar condimentos.
Pero el chile poblano, es el más conocido, debido a que es este utilizado para platillos regionales, entre ellos el chile relleno (por lo regular con queso) y rajas poblanas, un desayuno común en esta zona.
“Es mucho trabajo. Es escarbar y escarbar, y donde le hagas tantito con la oz de más, se va la plantita, se tiene que subir la tierra, se le vuelve a subir, es muy elaborado”, dice al explicar en qué consiste la siembra del chile.
Se trata de una plantita muy pequeña, de donde están prendidos los chiles bajo las hojas, y son los campesinos como María Belinda, quienes toman su oz, cuidan que la hierba no crezca al lado, hasta que sea época de cortar cada pieza.
“Mis hijos se quedan en casa, y van a cortar más chile, para venderlo ahí en Huejotzingo, donde también sembramos maíz, frijol ejotero, ejotes, todo eso lo sembramos”, menciona orgullosa, mientras devuelve los chiles que tomó en sus manos a los montones que permanecen bajo sus pies.